Dice Eulàlia Solé en su artículo "Ambos sexos en la escuela", de 24 de octubre, que "el cerebro de unos y otros es capaz por igual, que por lo tanto han de tener los mismos derechos en la casa, la escuela o la empresa". A parte de que no acabo de entender el "por lo tanto" que usa, prefiero dar crédito a un neurofisiólogo que lleve más de cuarenta años dedicado al estudio de la fisiología del sistema nervioso y que diga que "convendría plantearse cómo optimizar el desarrollo de las aptitudes de que nos ha dotado nuestro cerebro sexual". Me refiero al Dr Francisco J. Rubia que, entrevistado en la Contra de 20.X.08, decía todo lo contrario: que cada uno es como es. Y no somos iguales. Y ser igual de dignos no tiene que ver con el cerebro, que no nos hace iguales en capacidades. Los hechos, como siempre. Y la mezcla de la socióloga Solé; eso sí, muy bien escrita.
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