No soy obamista ni he seguido con especial motivación las elecciones, pero he de reconocer que algunos de mis articulistas preferidos de este diario no dejaban de alabar la excelente oratoria del entonces presidenciable. Vacía será, pensaba yo, llevado por la realidad española. Recuerdo también un memorabe artículo, de Lluis Foix, si no recuerdo mal, en que se explicaba que Obama leía discursos de Lincoln y demás. Que leía, vamos: se había unido, de nuevo, político con humanista... ¡Qué contraste, pensaba yo, con aquel "un político cretino -perdón por la redundancia-" de Miguel d'Ors! Y, en fin, leo ahora un artículo en que se anuncia un uevo número de la Vanguardia Grandes Temas que recogerá sus discursos más importantes. A punto de finalizar el artículo, casi me caigo de la silla. Sí, es verdad lo que he leído: un señor que dice que "la familia es la roca más importante sobre la que edificamos nuestras vidas" y que echa en falta a padres que "se den cuenta de que lo que te hace hombre no es la capacidad de tener un hijo, sino el valor de educarlo"... ¡Madre mía, la que se arma en España si alguien dice eso, así de llano! Pues va el hombre y gana las elecciones. Por favor, que alguien le nacionalice españolito... O, por lo menos, que tomen nota.
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