El Espanyol

Aunque no soy perico, tengo bastantes amigos que sí lo son, a cual más. Ayer pude ver la inauguración. Llegué tarde. Y, para mi sorpresa, me contaron que el cardenal de Barcelona había bendecido el estadio. Me parece muy bien. Igual que la visita de los técnicos a Montserrat. El futbol se gana en los campos (o en los despachos), pero lo juegan personas, que tiene alma. Y creencias, aunque sean tradicionales, tal vez. Un buen punto, sí señor.

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