Velocidad de Massa:

Me ha gustado mucho la contra de hoy, y quiero agradecérsela a Lluis Amiguet. Me ha sorprendido positivamente que ese piloto de F1, uno de los hombres de los que experimenta en la velocidad extrema y controlada el único placer que los romanos se perdieron, tiene tiempo para tener hijos, para pensar en su país, y para rezar. Para rezar sencillamente, o, como él dice, " Sin intermediarios. No le pido nada. Simplemente, le explico mis cosas y creo que me escucha." Eso me enseñaron a mí mis padres cuando era niño. Me ha ayudado ver su naturalidad de creyente.

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