Lo que hay que oír

Mientras iba al colegio, he puesto la radio. Una entrevista a cuatro funcionarios enfadados (cabreados, como decía el entrevistador) por las medidas del llamado tijeretazo. Y se me ocurría, al oírles hablar de su cabreo por la reducción de 60 euros en su sueldo, que tienen razón. No es por lo que les bajan, aunque sólo a alguien que cobra poco le importan esos euros, sino porque es sólo a ellos. Mucho hipócrita suelto. Hablando de tijeretazo, ¿no tiene que ver con los sastres, con el dinero de los trajes regalados, y, por extensión, con las cenas y los viajes de los altos cargos? De eso se quejaban. Todos sabemos qué cobra un maestro y cuánto vale una cena de un representante políticos. No suelen cenar pizza. Cuando esto cambie, que se hable lo bueno que es que todos nos apretemos los cinturones.

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