Fuentes serias y oficiales aseguran que, frente a los 3 millones de euros que dicen algunos en la red, el coste de la estada papal llega ya a los 700.000 euros, después de añadir 100.000 por la suma de manzanas al perímetro habilitado. De momento, el arzobispado ha conseguido 400.000 gracias a los donativos. Eso, en una simple resta, nos da un coste pendiente y pagado con dinero público de 300.000 euros. Puesto que lo verá gente, lógico es que lo pague la gente, con dinero de todos, por mucho que no a todos les interese.
Por otra parte, ha salido a la luz hace un tiempo un manifiesto de asociaciones que no esperan al Papa. Las entidades firmantes son, actualmente, 51, aunque seis de ellas no son catalanas, cosa altamente intrigante sospechosa. Supongo que en Brasil tampoco le esperan, aunque no hay ningún brasileño. En fin: defienden entre otras cosas que no se destinen fondos públicos a la visita del Papa. Como si fuera un evento privado.
Sin embargo, estas entidades, en su mayoría, reciben dinero público -hoy y hace ya años- con la boca cerrada. Citaré un dato y dos ejemplos: entre 6 de las 51 entidades han recibido, de 2008 a 2010, más de 40 subvenciones de la Generalitat por valor superior a 1,3 millones de euros. Los conceptos de las subvenciones son, por ejemplo, la instalación de un aire acondicionado (11.500 euros por Joves d'Esquerra Verda). O el funcionamiento ordinario de Moviment Laic i Progressista, que obtuvo 475.075. Con eso estaría ya todo pagado.
Pero lo más grave, por hipócrita, es que, entre las otras firmantes hay grandes entidades como CCOO y UGT, que sólo durante el 2009 y sólo en proyectos de desarrollo ya recibieron 982.000 y 1.110.000 euros, respectivamente. Quien quiera, que coteje datos: http://www.gencat.cat/diari/5683/10207043.htm).
Mucha hipocresía.
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