No diré que fue una patraña. Al fin y al cabo, Obama lo dijo claro: "We want to sell", queremos vender. Sólo que lo fácil es señalar al culpable, al rojo comunista, de no cumplir con los derechos humanos. A mí me produjo vergüenza ajena. ¡Qué le vamos a enseñar los occidentales a los chinos en materia de derechos humanos! Podemos tener más dinero, pero tampoco vamos muy avanzados por estos lares. Es más, al menos ellos no lo disimulan. En Estados Unidos está legalizada la pena de muerte, por no decir otras cosas más críticas. Al pensar en lo dicho, me vienen a la cabeza las palabras de Clin Eastwood en su espectacular "Gran Torino": "Tengo más en común con estos amarillos que con mi maldita familia". Eso, sin quitar que ciertamente tiene mucho que hacer, como sí reconoció Ho Jintao, y como no hizo Obama.
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