Ahí lo tenemos: ya está preparado para ser investido y coronado como el nuevo santón laico de nuestras ministras (la actual y la ex). Por fin ha salido del gran pecado actual: fumaba. Cierto que en su biografía comentaba otros "excesos" en esa materia, pero bueno, ya se sabe. Lo importante hoy día es no fumar. "Es un reto personal para él", dijo la esposa del presidente norteamericano, "estoy muy orgullosa". Obama ya había anunciado su intención de dejar el tabaco, y lo ha logrado. ¿Se lo imaginan cada mañana frente al espejo: "Yes, I can"? Pues yo sólo berridos de españoles cabreados: "Caray, ¿no puedo aquí tampoco?". La vida.
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