Tengo delante de mí la carta más simpática que ha llegado a mis manos en los últimos meses. Se trata de la respuesta a una petición. La remite Educa Borras, S.A., y, más en concreto, Puzzle Passion. Resulta que me faltaba una pieza para acbar un puzzle que estuve haciendo, de Kandinsky: una de mil. Pues bien, en la caja del puzzle se leían las instrucciones precisas para pedir la pieza. Me iba a llegar, según decía, en un máximo de tres meses. Como no tenía nada que perder, la pedí. Confieso que mis esperanzas no eran grandes. En concreto, me había olvidado del asunto hasta que llegó una impoluta carta blanca con la pieza. Se confirma la teoría: el trabajo bien hecho vale la pena. SI todos trabajaran como Educa Borras, no creo que estuviéramos sufriendo lo que nos ocurre. ¡Si por una mísera pieza de un insignificante puzzle de un cliente hacen eso... todavía vale la pena! Querría felicitarles desde esta pública tribuna y agradecerles su buen ejemplo.
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