Adolescentes ya adultos

Hace pocos días, hablando con un amigo profesor, comentamos algo que es, como mínimo, paradójico. Estamos encontrando, cada vez más, adolescentes prematuramente adultos. En la mente de los lectores positivos surge una pregunta: ¿qué tiene eso de malo? ¿No es la edad adulta el fin deseable de la adolescencia? Pues sí, pero es el fin de un proceso. Un simple repaso al origen de estas dos palabras servirá para destapar el problema. Adolescente y adulto son dos formas verbales del mismo verbo latino: crecer. El primero significa "el que está creciendo, el que crece" y el segundo, "crecido, ya crecido". El problema que nos encontramos es que cada vez hay más adolescentes en época de crecer que o creen que ya no les hace falta crecer, o no tienen ganas, o no les importa o, lo que es peor, no tienen capacidad: no poseen armas de crecimiento, a no ser el biológico. Porque para crecer en este sentido hace falta saber que no se tiene todo. Y eso no está de moda.

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