Continente y contenido (II)

Vuelvo al asunto de "Continente y contenido". El asunto da para mucho más. Concluyamos el post anterior de modo más elegante, y de la mano de una de las cabezas más brillantes de nuestros tiempos, Joseph Ratzinger, Benedicto XVI: "Toda auténtica cultura, si quiere ser realmente para el hombre, ha de estar abierta a la trascendencia, en último término, a Dios". Conclusión uno: trascender, que, en su origen latino, significa escalar a través de. Hemos de ir de las meras cosas, al sentido último de las mismas. Un ejercicio de calma y cabeza. Conclusión dos: si la cultura no está abierta a la trascendencia -esto es pura lógica: girar y negar-, no es para el hombre, por más que la hagan hombres. Lo cual parece contradictorio, y no lo es: el hombre es el único ser que puede deshacerse a sí mismo, deconstruirse. Y construirse, que es más difícil... y humano.

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