Ayer oí una de esas frases perla, de las que merecen estar esculpidas. "El orgullo no casa con la inteligencia". Bien. Para empezar, el lugar: en Rambo II. La frase, obviamente, no es suya, del protagonista: demasiadas palabras de golpe. Y, lo que es mejor, demasiada verdad e impecablemente dicha. Una sugerencia. Quizás podría presidir el congreso, y las aulas. Y los lechos matrimoniales. Si hasta el guionista, por llamarle de alguna manera, de Rambo lo tiene claro...
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