Interesante La Contra de hoy. Vamos a obviar el tonillo de la
entrevistada, Florence Noiville. Centrémonos en la frase que más me ha
impactado: "Muchos han sido intoxicados por una educación de necio que
les ha hecho confundir el valor con el precio". Es una idea que todo
educador tendría que esculpir en su aula. Poco hay que comentar. Las
cosas que más valen no tienen precio. No se pueden comprar, como me
decían de pequeñito, la paciencia a quilos en una tienda. Ni mucho
menos. Habría que añadir, con todo, un tercer concepto en todo este
juego de palabras. Tenemos "valor" y "precio". Para acabar de
redondear, entra en escena una palabra molesta: "pena". Tomémosla en
la riquísima expresión las cosas que "valen la pena". Y ahora, que
cada cual le dé vueltas: las cosas de valor, que no se compran, que no
tiene precio, valen la pena, incluyen un dolorcillo, necesario para su
consecución.
entrevistada, Florence Noiville. Centrémonos en la frase que más me ha
impactado: "Muchos han sido intoxicados por una educación de necio que
les ha hecho confundir el valor con el precio". Es una idea que todo
educador tendría que esculpir en su aula. Poco hay que comentar. Las
cosas que más valen no tienen precio. No se pueden comprar, como me
decían de pequeñito, la paciencia a quilos en una tienda. Ni mucho
menos. Habría que añadir, con todo, un tercer concepto en todo este
juego de palabras. Tenemos "valor" y "precio". Para acabar de
redondear, entra en escena una palabra molesta: "pena". Tomémosla en
la riquísima expresión las cosas que "valen la pena". Y ahora, que
cada cual le dé vueltas: las cosas de valor, que no se compran, que no
tiene precio, valen la pena, incluyen un dolorcillo, necesario para su
consecución.
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