Decir que los padres de la pública pagan poco o nada es verdad a medias: pagan sus impuestos, con parte de los cuales se pagan los colegios.
Decir que los padres de la privada pagan el doble es también verdad a medias: pagan la escuela de sus hijos, y, con una parte de los impuestos, la escuela de otros.
El estado no hace distinciones a la hora de pagar: los de la privada no pagan menos impuestos, como podría parecer justo. Podrían quitarles los que van destinados al colegio de otros hijos. Me parece bien que no haga ese distingo.
Pero, ¿por qué los hace a la hora de aplicar las subvenciones y conciertos? ¿No son tan ciudadanos como los demás? ¿No pagan con sus impuestos, como los demás, los colegios públicos?
No me parece justo.
El estado está para llegar adonde no llegan los padres.
Decir que los padres de la privada pagan el doble es también verdad a medias: pagan la escuela de sus hijos, y, con una parte de los impuestos, la escuela de otros.
El estado no hace distinciones a la hora de pagar: los de la privada no pagan menos impuestos, como podría parecer justo. Podrían quitarles los que van destinados al colegio de otros hijos. Me parece bien que no haga ese distingo.
Pero, ¿por qué los hace a la hora de aplicar las subvenciones y conciertos? ¿No son tan ciudadanos como los demás? ¿No pagan con sus impuestos, como los demás, los colegios públicos?
No me parece justo.
El estado está para llegar adonde no llegan los padres.
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