300

Como es mi post número 300, lo dedico al primero que publiqué.
¡Hala!

El primero: una carta dirigida al ya difundo Baltasar Porcel. 
Yo escribí una carta, que me publicaron (la añado abajo) y él escribió un artículo en el que salía citado mi nombre: "Del Apocalipsis a la Odisea": http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2008/10/08/pagina-15/74446721/pdf.html?search=Del%20Apocalipsis%20a%20la%20Odisea

Porcel y la religión: el original
Leo con curiosidad y sorpresa el artículo de Baltasar Porcel "Valores laicos y nación pura". Con curiosidad, porque el otro día le vi por la calle y le reconocí, y eso me ha llevado a leerle hoy; y con sorpresa, porque también él, aun ser un reconocido intelectual de nuestras tierras, sucumbe a la enfermedad de nuestro siglo: no dar razones de lo que se dice, cuando se habla de cosas serias. Tras un esperanzador inicio de artículo, por más que sea el ya consabido "nos hace falta volver al esfuerzo y el mérito", Porcel da por sentado que la religión de las conciencias es absolutamente aleatoria y prescindible: sin valor. Acto seguido, se pone a hablar de los valores laicos, entendidos, en principio, como los no religiosos. Pero, entonces, ¿por qué llama, aunque sea de modo indirecto, intútil ala religión? ¡Qué pesados nos estamos poniendo con lo "laico"! Valores laicos: ¿a qué viene ese apellido?¿A qué valores los contrapone? Y más todavía viendo a cuáles se refiere: el esfuerzo, la responsabilidad... ¿Por qué llamar, de nuevo, sibilinamente, vagos e irresponsables a los que tienen una religión? No es esa su única finalidad, pero no es mala maestra de esas virtudes. No conviene poner ese apellido a los valores: por supuesto que no es lo religioso lo que da valor a los valores, aunque la religión esté cargada de valores. Eso sí, concluye Porcel que es una "fatigada banalidad apelar a la meditación intelectual". No sé, me da la sensación de que no tiene una idea muy clara de qué sea la religión o los valores. O, por lo menos, no muy actual. Tal vez piensa, como Spinoza, que la religión es para la devoción y para nada más. Ya pasó Spinoza, ya pasó. O tal vez escribió con poco espacio para un artículo con estos temas. En fin: esa fobia o simplificaci´n de lo religioso, si la hay, desmerece en un intelectual como él.


Porcel y la religión: el publicado
Leo con sorpresa el artículo de Baltasar Porcel "Valores laicos y nación pura" (3/X/2008) porque también él, a pesar de ser
un reconocido intelectual de nuestras tierras, sucumbe a la enfermedad de nuestro siglo: no dar razones de lo que se dice
cuando se habla de cosas serias. Tras un esperanzador inicio, por más que sea el ya consabido tópico de volver al esfuerzo y el mérito, Porcel da por sentado que la religión de las conciencias es absolutamente aleatoria y prescindible. Acto seguido, se pone a hablar de los valores laicos. Pero, entonces, ¿por qué llama, aunque sea de modo indirecto, inútil a la religión? ¡Qué pesados nos estamos poniendo con lo laico! ¿A qué valores los contrapone? Y más todavía viendo a cuáles se refiere: el esfuerzo, la responsabilidad... ¿Por qué llamar, de nuevo, vagos e irresponsables a los que tienen una religión?
No es esa su única finalidad, pero la religión no es mala maestra de esas virtudes. No conviene catalogar de laicos a los valores:
por supuesto que no es lo religioso lo que da valor a los valores, aunque la religión esté cargada de ellos. Eso sí, concluye Porcel
que es una "fatigada banalidad apelar a la meditación intelectual". Me da la sensación de que no tiene una idea muy clara de
qué son la religión y los valores. Tal vez piensa, como Spinoza, que la religión es para la devoción y para nada más. O tal vez
escribió con poco espacio para un artículo sobre estos temas.
JOSÉ QUINTANO
Sant Cugat del Vallès



Comentarios

Josemaría Carreras ha dicho que…
¿Te contestó Porcel a esa segunda carta?