Me viene al pelo la contra de hoy, porque ayer mismo hablaba con un profesor de más edad que Timo Riiho, el catedrático que analiza la educación finlandesa.
Y nos tenemos que comer -lo digo algo molesto- lo buena que es la educación finlandesa. Una y otra vez. No es envidia ni celos. Es amor a la verdad, y no solo a la publicidad. ¿Para qué sirve la educación si no es para vivir bien? ¿Y cómo va uno a vivir bien si se suicida? Es conocido el alto nivel de suicidios finlandés. Otra de las causas de mortandad más elevada es el alcoholismo. De verdad lo digo: ¿qué nos van a enseñar sobre educación estos finlandeses? ¿Que sus profesores son pedagogos... y bebedores nocturnos? ¿Que sus profesores saben cinco lenguas... para decir no se sabe qué? Sé que estoy siendo algo injusto. De todos modos, el catedrático finlandés lo acaba reconociendo: nos envidian en algo. "Por supuesto: aquí la familia es un factor de influencia beneficiosa mucho mayor que en Finlandia y ustedes socializan mejor a sus niños y jóvenes. La familia finlandesa demasiado a menudo cree que la educación es competencia exclusiva de la escuela.
" Esto útlimo, por cierto, es ni más ni menos que el modelo que querían imponernos ahora. Esperemos que algún político lea esta contra.
Acabo. Mis padres -dicho llano y rápido- no tiene título de pedagogía, pero han tenido 7 hijos, y ninguno es suicida ni alcohólico. Son catedráticos por la universidad de la vida, vamos. Menos PISA y más pisar casa, papás y mamás.
Y nos tenemos que comer -lo digo algo molesto- lo buena que es la educación finlandesa. Una y otra vez. No es envidia ni celos. Es amor a la verdad, y no solo a la publicidad. ¿Para qué sirve la educación si no es para vivir bien? ¿Y cómo va uno a vivir bien si se suicida? Es conocido el alto nivel de suicidios finlandés. Otra de las causas de mortandad más elevada es el alcoholismo. De verdad lo digo: ¿qué nos van a enseñar sobre educación estos finlandeses? ¿Que sus profesores son pedagogos... y bebedores nocturnos? ¿Que sus profesores saben cinco lenguas... para decir no se sabe qué? Sé que estoy siendo algo injusto. De todos modos, el catedrático finlandés lo acaba reconociendo: nos envidian en algo. "Por supuesto: aquí la familia es un factor de influencia beneficiosa mucho mayor que en Finlandia y ustedes socializan mejor a sus niños y jóvenes. La familia finlandesa demasiado a menudo cree que la educación es competencia exclusiva de la escuela.
" Esto útlimo, por cierto, es ni más ni menos que el modelo que querían imponernos ahora. Esperemos que algún político lea esta contra.
Acabo. Mis padres -dicho llano y rápido- no tiene título de pedagogía, pero han tenido 7 hijos, y ninguno es suicida ni alcohólico. Son catedráticos por la universidad de la vida, vamos. Menos PISA y más pisar casa, papás y mamás.
Comentarios