Se cumple este año el 350 aniversario de la fabricación del primer pijama, en 1662.Todo un hecho humano, al que hay que conceder la relevancia que tiene. Son fenómenos como este los que nos hacen tan diferentes de los animales, aunque a veces lo seamos tanto como ellos. O más. Ya sé que hay de todo: hay quien duerme como le pilla la hora. Otros, en traje de nacer. Pero también estamos quienes dormimos con un pijama puesto: hemos elegido una vestimenta para cada actividad. Eso implica dos cosas: que elegimos (y somos elegantes, que de ahí viene la palabreja), y que nos vestimos: no somos monos con tejanos, sino otra cosa. Tan grotesco como un perro vestido es un hombre habitualmente desnudo.
¡Viva el pijama y viva su humanidad!
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