Hoy es Sant Jordi. Tres ideas.
Una: Jorge de Capadocia es el nombre de un soldado romano... de Capadocia. El día de San Jorge conmemora su muerte en martirio (testimonio de su fe: murió por no renegar de sus creencias) el 23 de abril de 303. No está mal que se conmemore su muerte, hoy que huimos de ella.Y no cualquier muerte, por cierto.
Segunda, para lo cual cito a la wikipedia: "Es, además, considerado el patrón de, entre otros, Inglaterra, Georgia, Etiopía, Bulgaria o Portugal. En España lo es de las comunidades autónomas de Aragón y Cataluña, así como de Cáceres, Alcoy, Golosalvo (pequeña población de la provincia de Albacete y que tiene como patrón una hermosa escultura del genial Salzillo), patrono de la ciudad de Pichanal, Salta Republica argentina". Para huir de toda boina (o etnocentrismo, que es más técnico, o nacionalismo radical según el cual sólo mi país es digno), vale la pena tener este dato. Sant Jordi es patrón de más de un país. Y dentro del país, de más de una región.
Tercera: desde que cierto rey aragonés le pidió ayuda -por ser santo y soldado- para derrotar a sus enemigos conquistadores, es patrono. Por eso se dice, aún hoy, San Jorge, o Sant Jordi. No Jordi. Los laicistas descerebrados todavía no han podido arrancarlo. Y no podrán, porque ya se ha hecho tradición: o sea, vida del pueblo. Sería patético celebrar el día de Jordi, así, a secas. Las tradiciones tienen sus inicios. Y muchas de las catalanas son, como ésta, cristianas.
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