Eso mismo "me preguntó" el ordenador cuando intentaba hacer un comentario en un blog. Y, para cerciorarse, una prueba: una palabra sin sentido, con las letras deformadas, pero inteligibles para un hombre y no, por lo visto, por una máquina.
Me dio que pensar lo que me "decía" el ordenador. Hemos llegado a tener que demostrar que no somos una máquina. La razón es obvia: no quieren propaganda instantánea, ni modos de ganar dinero anónimos y automáticos. Bien. Pero, yendo más allá, se me ocurren muchas maneras de demostrar que uno no es una máquina. Recuerdo ahora Terminator II, y aquel T800 de Arnold Schwarzenegger que comprende por qué los humanos lloran, y él no. Pongamos por caso -y hoy es un día bueno para ello: los de 2º de Bachillerato reciben sus notas finales- que un robot ve la nota media final. Su análisis será: "suspenso" o "aprobado", con más o menos grados. Quizás añada un comentario pre-establecido: "suspenso" implica "tristeza", ergo "lo siento: has suspendido". Pero la reacción humana, y más la adolescente, es variadísima. Se puede pasar del lloro, a la rabia, o al desconsuelo, o a una fingida despreocupación, etc. No somos robots.
¿Y dónde está el fundamento de todo esto? Es largo de explicar. Pero hay modos más breves. Entre otros, y después de unos días, La Contra de Shigeru Sasaki sobre la robótica.
Me interesa por las palabras siguientes, que he agrupado, suprimiendo
las preguntas. Dice el experto en robots: "La robótica ha estado demasiado tiempo intentando imitar al hombre. Y es imposible. Hay que concentrarse en mejorarlo. La función simbólica es específicamente humana y ningún robot logrará siquiera un resultado mediocre interpretando símbolos. Si usted pone los brazos en cruz, son sus brazos, pero son una cruz: el cristianismo. Eso jamás sabrá verlo un robot. Pero verá otras cosas mucho mejor que nosotros.Cuando conducimos cometemos muchísimos errores de cálculo que cuestan vidas a veces y siempre derroche de combustible".
Genial manera de explicar qué es la metafísica. Entre otras cosas, una apertura hacia lo no-útil: hacia lo verdadero, bueno, etc. Esto lo entiende todo el mundo: el hombre no es sólo físico, y no es siempre previsible. Los símbolos son creación humana, que luego simplifica, más o menos, para sus computadoras y ordenadores, que, como su propio nombre indica, no son ḿas que máquinas de pensar con uno mismo, y máquinas de ordenar datos. Cuanto más perfecto sea el ordenador, más gloria da a su inventor o inventores.
Y si el robot te molesta, lo apagas. Y sanseacabó.
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