Se celebró ayer el 15º aniversario del fallecimiento de Narciso Yepes, a los 70 años. ¿Que quién era? Un guitarrista clásico español: muy seguramente, el mejor concertista mundial del siglo XX. Por lo visto, su último concierto, un año antes de su muerte por cáncer, fue en Santander, el 1 de marzo de 1996. Su manos venosas funcionaban a la perfección.
Además de recomendar cualquiera de sus audiciones (www.youtube.com/watch?v=eIWUFpgatJw, la primera parte del Concierto de Aranjuez, por ejemplo), quería destacar algo que, personalmente, me parece ejemplar.
Concertista de talla mundial, cabría esperar de él un ego fácimente monumental. Y, sin embargo, a pesar de haber creado la guitarra de diez cuerdas (añadió 4 a la clásica), con la escuela de alumnos correspondiente, que aprendiera su legado, era un hombre sencillo y de una religiosidad muy propia de nuestro siglo.
Os dejo con una frase que no necesita comentario:
"Para quien realmente toco es para Dios. El público no lo advierte. Pero Dios y yo sí. Más que mi música lo que el gusta es que le dedique mi atención. Tocar un instrumento, y ser consciente de la presencia de Dios es una manera maravillosa de orar".
Donde digo "tocar un instrumento", léase "estudiar", "trabajar", "jugar a fútbol", o "contar dinero en un banco".
Otro gallo nos cantaría.
Otro gallo nos cantaría.
Comentarios
Para Reyes ya se que pedir: una guitarra de 10 cuerdas.
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