La corteza de Dios (y II)

Han llegado varios comentarios a la entrada La corteza de Dios, lo cual me ha animado a poner a disposición del respetable unas palabrillas sobre el ateísmo y la increencia. 
Sobre todo para que quede algo más claro que la Iglesia Católica no necesita que nadie le enseñe por qué hay ateos o falta de fe en los creyentes.


1. Del Catecismo de la Iglesia Católica, n. 29
"Pero esta “unión íntima y vital con Dios” (GS 19,1) puede ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre. Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos (Cf. GS 19-21): la rebelión contra el mal en el mundo, la ignorancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas (Cf. Mt. 13,22), el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios (Cf. Gn. 3,8-10) y huye ante su llamada (Cf. Jon. 1,3)".

2. De la Gaudium et Spes, n. 19.
“En esta génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que, con el descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión” (“Gaudium et Spes”, n. 19) 

3. De la Madre Teresa de Calcuta.
"Jesús no predicó una religión nueva, sino una vida nueva" (Madre Teresa)

"Con frecuencia, los cristianos predicamos un Evangelio que no vivimos. Esa es la razón de que el mundo no crea" (Madre Teresa)

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