Ahí va, con dos narices: "Paso como Magic, anoto como Kobe y salto como Jordan. Para ser el mejor tendré que trabajar, pero no mucho".
Lecciones de autoestima más que subida. Y de modestia más que baja. Y de falta de realismo.
Choca que diga eso, jugando como juega con Kobe.
Choca que diga eso, siendo Jordan mejor que él en las tres facetas. Lo cual no implica que Lebron sea bueno, o muy bueno. Le queda por hacer.
Choca que diga eso, sobretodo cuando todavía se mantiene en nuestras memorias cómo saltaba Jordan...
La realidad pone a la gente en su lugar. Es, como decía C.S. Lewis, iconoclasta: rompe las imágenes que de ella hemos hecho. Es tozuda, la realidad. Así lo decimos en castellano.
La realidad pone a la gente en su lugar. Es, como decía C.S. Lewis, iconoclasta: rompe las imágenes que de ella hemos hecho. Es tozuda, la realidad. Así lo decimos en castellano.
Apliquemos esto a nuestro deporte. A los comentaristas y periodistas lo digo: "ha tenido mala suerte" es una excusa la mayoría de las veces. Y demasiadas lo estamos oyendo en nuestros diarios. Sería más realista -y más verdadero, por tanto- decir que "estaba menos preparado que ellos", lo cual no resta preparación, sino que supone una mayor en el otro). O señalar que "he fallado en esto y en lo otro", lo cual no quita que el otro falle, sino que falla menos. Etcétera. Una lección.
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