Federer es mucho Federer. Además de con sus exquisito juego, me quedo con dos de sus recientes frases: "Soy el único padre en el top 10". Y "No sé cuánto más voy a sacrificar por esto".
Tiene mucho mérito, al que precede su estilo increíble y eficacísimo. Dos hijos y una mujer son parte de su vida. Y sabe que su vida no es igual que la de los demás tenistas: al sacrificio que otros hacen por el tenis -que es un sacrificio, y no pequeño-, se suman los sacrificios que uno debe hacer para sacar adelante a su familia. Hay que dedicarles tiempo. Y, a su nivel de tenis, son parte de lo que hay que sacrificar para mantenerse. Posiblemente esté meditando si compensa ese sacrificio. Realmente, no tiene nada más que demostrar: es el mejor. Ha aprendido a conciliar familia-trabajo, cosa que nadie más del top 10 ha logrado. Un ejemplo de normalidad: el tenis es mucho en su vida, pero no todo. Ni mucho menos.
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