Ya se han acabado las olimpiadas. Y aún me quedan dos posts. Aquí va el penúltimo.
Después de que nos ganaran la final de basket de 7 justos puntos, entrevistaron a Kobe Bryant. No recuerdo si fue la tal Izaskun, pero tanto da: Kobe -ese jugadorazo que nos recuerda a la mascota de Barcelona '92- respondió en castellano. No, no puede decirse que fuera un castellano bueno. Pero se le entendía. Y me apuesto una ceja a que muchos pensaron: "¿Lo ves? En castellano, qué máquina. Ahí lo tienes hablando el idioma cervantino, sin complejos". Es decir, justo lo contrario que ocurre cuando algún español chapurrea el inglés: "menudo paleto, que se calle o hable español. Para dar la pena así".
Lectura que se puede hacer: tenemos un complejo enorme. En dos sentidos. Primero: no hablamos castellano, y eso que es la tercera lengua más hablada en el globo. Segundo: cuando hablamos inglés, nos invade un horror inmenso, cuando cualquiera puede destrozar nuestra lengua y le aplaudimos por al menos haberlo intentado. Exagero, claro. Pero no tanto. Opino.
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