IKEA a la enésima potencia

"Tu revolución empieza en casa".
Bonito lema.
Perfectamente transferible a las grandes revoluciones que precisan nuestros días. 
Y, muy probablemente, la explicación de por qué algunas de las que se han dado no cuajan. Son exteriores, solamente.
Primero, corregir el propio ombligo. Luego, mirar la mota de polvo que tiene el vecino en su ojo. Aunque haya muchos vecinos y muchas motas.
Un granuja menos por cada uno que lo logre.
Lástima que IKEA se refiera a los muebles.
Pero para eso están las metáforas: para llevar (fora) más allá (metà) las palabras.

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