La Biblia y el iPhone5


Voy a compartir un trozo del libro del Eclesiastés (o Qohelet). Hoy se han leído en Misa los primeros versículos del capítulo tercero. Transcribo los ocho primeros:

1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
3 un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
5 un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

Mientras desayunábamos, uno ha comentado la fiebre que existe por adquirir el nuevo iPhone 5, que ha llevado a algunos a madrugar de modo muy extraordinario. En Barcelona, más de 100 personas haciendo cola toda la noche. "Es que es brutal: lo tienes todo ahí siempre. Es una maravilla".
Cada vez pienso con más frecuencia dos cosas: que sería muy útil y educativo leer la Biblia; y que nos conviene parar el carro de vez en cuando. Y ser ordenados en nuestros quereres y en el tiempo que dedicamos a las cosas y a las personas. No siempre hay que estar comunicándose: se necesita tiempo para la reflexión. No siempre se puede estar riendo: la vida trae consigo sinsabores. No siempre hay que trabajar a destajo: si uno no descansa, trabaja menos. Y así, unos cuantos más. Un tiempo para cada cosas y cada cosa a su tiempo, que decía aquél.

(Por cierto que yo tengo un iPhone 4. Jeje...)

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