"Asesinato en la catedral"

Lo leí hace dos semanas. Casi de un tirón. En castellano, por el momento. Una obra de teatro de T. S. Eliot. Es el típico libro breve que había tenido en mis manos varias veces, sin acabar de decidirme a leerlo. Y por fin, caí en la tentación.
Una obra de teatro que cuenta con elementos clásicos -el coro, típicamente griego-, y que guarda una estructura también clásica: una tragedia que engancha.
El argumento es simple: el asesinato de Thomas Becket. El que fuera gran canciller en un primer lugar, fue luego obispo y sólo obispo, cosa que le acarreó la muerte, por no ceder en asuntos en los que era más bien sencillo. El tema de la obra es la separación entre los poderes terrenales y los afanes espirituales. El obispo se da cuenta de que la Iglesia debe tener en cuenta a los terrenos, y elevarlos. Pero conviene que deje de lado -en ocasiones- alguna rama muerta: algún asunto que no cuenta realmente para la vida eterna. Una tragedia en la que se entiende bien qué sucede hoy día: por qué hay quien, por más que se intente, no entenderá que un obispo -los cabezas de la Iglesia, junto al Papa- puede ser sobrenatural en su actuar, sin despreciar lo bueno del mundo, pero colocándolo en su lugar. Quien aplica una visión de poder en todo, se confunde al tratar con la Iglesia, aunque haya habido católicos que lo entiendan así.
Por lo complejo de esta temática y por lo bien que la trata T. S. Eliot, basándose en un caso real, me encanta la obra de teatro. La recomiendo.

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