Lo leí hace unos días, tal vez llegue ya al mes: el tiempo vuela. Una noticia impactante: "El Partido Comunista de Vietnam prohíbe las bodas lujosas, de más de 600 invitados".
Y casualmente había leído a Chesterton en su feliz sentencia redonda: "O hacemos caso de los 10 mandamientos, o caeremos bajo el yugo de los 1000 mandamientos". Prueba de ello es lo que hace el gobierno chino... y el nuestro. Cada vez da más cosa ir por la calle: "No escupa", "Deje salir antes de entrar", "Recicle", "Limpie las cacas de su can", "Saque el perro a pasear", "No toque la bocina"... Y así, hasta la saciedad. Un día nos mandarán contemplar la luna... obligatoriamente.
El fondo de la cuestión está, tal vez, en el miedo a la libertad ajena sumado a la falta de recursos morales de nuestra sociedad, tan querida. Lo de siempre: a mi abuela no tenían que decirle que dejara pasar, o que se levantara para dejar sentar a otro mayor, o que cediera el paso, o que no hiciera ruido en los hospitales, etc. Porque llevaba esos valores incrustados.
Y eso no se arregla poniendo más anuncios en la cartelera pública de las calles. Se arregla, en primer lugar, no burlándose de quienes los promulgan. Eso va, por supuesto, por las miles de series impotables que nos echan en la tele.
Fac bonum, vita malum. No es inglés, no. Haz el bien y evita el mal. Promueve lo bueno y aniquila lo malo.O, al menos, no hagas propaganda de lo zafio. Caray.
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