Debo esta información -que espero que sea un dato y no sólo algo sacado de la manga (un forro, que se dice ahora)- a mi hermano. Me ha enviado un tweet simpático en que se leía: "Los gatos pueden producir cerca de 100 sonidos distintos. Los perros sólo producen cerca de 10". A parte de reírme con la ocurrencia, le he dado unas vueltas al asunto, porque tiene su qué. Por ejemplo:
-sólo a un hombre se le ocurrirá enviar un tweet (que otro hombre ha publicado) sobre tamaño asunto, y no por curiosidad, sino por provocar un buen momento. Es algo vitalmente inútil, como todo lo humano. Para sobrevivir, agua y pan (grosso modo). Aunque la risa se las trae: el hombre es risible, decían los clásicos. Es un accidente propio: se sigue directamente de lo esencial de ser humano, aunque no lo sea. Decían. Yo por mi parte no he visto a un hombre que no se ría nunca.
-sólo a un hombre se le ocurrirá dedicar algo más de medio segundo a estudiar los sonidos de un animal. Más, de dos. Y más aún: a compararlos. Es algo que vuelve a ser vitalmente inútil.
-un hombre puede hablar no un idioma, sino varios a la vez. Y no sólo hay más de 10 sonidos. Cito a la wikipedia para el dato exacto, que tenía algo confuso: "Hay dos maneras de describir el sistema vocálico lituano. El modelo tradicional tiene seis vocales largas y cinco cortas, con la longitud como característica distintiva". O sea, que ya hay más sonidos en las vocales que el perro en su conjunto. Escuchar hablar a un árabe es algo más que hilarante para cualquier hispano: parece un tipo en pleno ataque de frío. Alguien sometido a una ducha helada hablaría así.
-precisamente, hará un par o tres días, salía en la contra de La Vanguardia un hombre que sostenía que el cuerpo ya es un lastre para el cerebro. Pero reconocía que, al final, algo tan arcaico como el lenguaje humano, no permite descifrar los mecanismos que lo rigen. Me reí. El lenguaje no es tontería. Es metafísico. No está en el cerebro, aunque lo use. Que no es lo mismo.
-eso, sin tener en cuenta que el hombre es capaz de imitar a los animales. El otro día (es un decir: hace un año) vi un video de un chico haciendo beat-box con la boca. Hacía cinco sonidos a la vez. Asombroso.
En fin, que no pienso comprarme ni un perro ni un gato
Comentarios