Después de "¡Indignaos!", de Stéphane Hessel en 2010 ("Indignez-vous!", en el original en francés). Llega a nuestras librerías "¡Dejad de lloriquear!", de Meredith Haaf, una joven alemana.Ambos son libros para la juventud. Pero sorprende la diferencia abismal entre ellos. El primero, escrito por un octogenario con el trasero más trabajado del planeta (ex-combatiente militar en la 2GM), llama a tomar parte en la vida activa del planeta.
El segundo, describe cómo es el tipo de persona que no lo hace.
Parece más joven Hessel que Haaf. Paradojas.
Es un libro-espejo, como le llaman en el artículo que cito abajo. Una fotografía bastante realista, que puede molestar.
"Menos samba, y más trabajar", era una de las máximas que se aplicaban a según qué equipos. Y podrían servir de resumen del libro.
"Menos facebook y más madrugar", otra.
Un buen artículo, aquí.
Para quienes no tienen tiempo, las palabras con la que se nombran los subapartados: cómo define la autora la generación de los nacidos entre 1980 y 1990 (entre las que se cuenta ella).
Generación Me gusta: o la búsqueda exhaustiva y enfermiza de la aprobación acrítica a toda costa.
Generación Resaca: no necesita explicación.
Generacion Nostalgia: o la tontería de echar de menos el tiempo pasado cuando aún se es joven.
Generación Gallina: o la cobardía encarnada.
Generación Loro: o la necesidad de hablar para que nos escuchen, aunque no nos escuchen ya.
Generación Hipster: o la búsqueda de la optimización continua de la propia imagen.
En resumen: "No podemos andar por la vida como cadáveres parlanchines y agotados", arenga la autora de este panfleto bienintencionado, necesariamente aplicable a algunos sectores de la juventud, Dejad de lloriquear.
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