Hoy es Santa Lucía, que además de una empresa aseguradora es, principalmente, una mártir cristiana del s.III, y patrona de los ciegos, entre otras cosas.
Miguel Ríos, ese roquero combustible de 68 años, cantaba una bonita canción que quiero recuperar hoy. Digo cantaba y no compuso porque Wikipedia me regala un chasco matutino: "Santa Lucía, balada del argentino Roque Narvajaincluida en su siguiente elepé Rocanrol bumerang (1980), y posteriormente Año 2000, de Extraños en el escaparate (1981)", etc... Tanto da.
El asunto es que en la letra de esa canción se dice algo sumamente intersante. Porque parece hecho en y para el s.XXI, a pesar de tener 30 años.
Canta el bueno de Miguel:
"Lo sé todo de tu vida
y, sin embargo,
no conozco ni un detalle de ti".
Parece contradictorio. Y posiblemente lo sea. Pero a eso tienden, si nos descuidamos, las redes sociales: nuestra exterioridad (parte de nosotros y de nuestra vida) se ponen a veces en un escaparate, a la vista de todo ojo, por malsano que sea.
Filtros y medidas de seguridad no faltan. Pero sí fallan. No es eso, además, a lo que me refiero. Digo que corremos el peligro de correr, precisamente. Y confundir lo que, en una metáfora que se entiende (cosa que la hace bonita), dice Miguel Ríos: tu vida y a ti mismo. Se refiere, en otras palabras, a la intimidad, algo tan diferente de mis fotos en que salgo bonito, o en que luzco mi mejor ropa... O sea, los detalles que hacen que yo sea yo.
Eso que no debería colgar nadie. Eso que doy a quien quiero y porque quiero, después de pensarlo un poquito.
Buen bofetón de Ríos.
Ahí os dejo la canción: http://www.youtube.com/watch? v=lZdAZdvVSmA&sns=em
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