Hace un tiempo escribí un post: en la entrada Libertad sin raíces y hombres del piano. Fue leído más de lo que esperaba: quizás un virus haya hecho que suban las visitas.
El caso es que un amigo me envió una foto que habla por sí sola. Y le dije que la pondría en el blog. Y ahí va, porque tiene que ver con la entrada que cito arriba. Me parece una gran imagen sobre qué pretende la educación: dar raíces tradicionales con que alimentarse y desde las que, con alas innovadoras, poder volar hacia lo desconocido del futuro, bien armados con lo útil y mejor del pasado.
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