Es un tema candente, especialmente ahora, que el Papa habla de la pobreza de la Iglesia.
Vamos por pasos.
1. No vamos a agotar el tema. Al menos, no para todos.
2.El Papa sabe que "pobreza" es una palabra polisémica, por eso habla de la lacra de la pobreza, y de la pobreza espiritual, virtud totalmente desconocida a nivel normal. Prueba de ello es el diccionario oficial de la Real Academia Española:
Pobreza:
(De pobre)
1. f. Cualidad de pobre.
2. f. Falta, escasez.
3. f. Dejación voluntaria de todo lo que se posee, y de todo lo que el amor propio puede juzgar necesario, de la cual hacen voto público los religiosos el día de su profesión.
4. f. Escaso haber de la gente pobre.
5. f. Falta de magnanimidad, de gallardía, de nobleza de ánimo.
"Algo es algo", diría alguno. Al menos se cita en su tercera acepción. Pero no es eso, amigos míos. La pobreza como virtud mejora al que la tiene, sea religioso (persona bautizada que profesa públicamente unos votos y se aparta del mundo) o sea laico (un bautizado sin votos ni sacerdocio).
3. La pobreza como defecto monetario no hace falta definirla. Siempre habrá pobres, porque es una definición relativa: quien tiene menos, es menos rico, y más pobre. Pero es deber de todos que el que menos tenga no pase hambre. De todos, no sólo de la Iglesia.
4. La pobreza como virtud... Este tema se las trae, porque no es virtud de masas: no está en el imaginario social como virtud, sino como defecto. Pregúntale a Nietzsche: pura debilidad y rabia hacia los ricos. Ya hemos visto que el diccionario sólo la define como virtud para los religiosos. ¿Qué matices añadir para que sea una virtud para todos? Añadirle la parte interior, espiritual (no digo que la virtud de los religiosos no la tenga: de hecho, si no se tiene nada y se está todo el día rabiando, no se es virtuoso. Sea uno fraile o sea lo que sea). No se trata de no tener, sino de no ser tenido por las cosas. Se trata de considerar a los bienes materiales como bienes materiales: necesarios, pero no primarios; bienes, pero no fines últimos del hombre. Como bienes no últimos: es decir, la falta de los cuales no debería llevar a la depresión a los hombre. Pero como bienes que hay que cuidar (para que duren) y que hay que tener, cuando son necesarios. El sentido común cristiano (que existe desde hace mucho, aunque se le consulte poco) hizo explicar a Santo Tomás que es necesario un mínimo de bienestar material para ser bueno. Mucho antes lo decía la Biblia. Parafraseo: dame algo, Señor, pero no mucho; no sea que, no teniendo, robe; y que, teniendo mucho, me diga: "¿quién es Dios, si tengo de todo?". La templanza, vamos. La mesura, el comedimiento. Esas palabras que nos suenan a chino. El no tener, pudiendo tener. Y el tener de modo que dé a lo tenido menos importancia que a las personas. Hay quien cuida más a su coche que a sus hijos.
4. La expresión "la Iglesia es rica" es demasiado genérica. Eso la hace verdadera y falsa a la vez, aunque en diferentes sentidos.
La Iglesia no son los curas y obispos o el Papa. Eso lo ha explicado bien ya el Concilio Vaticano II. Y el propio Papa Francisco. Tal vez sea éste el mayor problema: pensar que los laicos son de quita y pon, cristianos de segunda. La Iglesia son los bautizados (también los difuntos, purgantes y triunfantes), con Cristo a la cabeza. Eso no es irse por las ramas: es definir un poquillo, para acotar el desacierto de decir, sin más, que "la Iglesia es rica". Si hablamos de economía... sí, la Iglesia como institución tiene algunos bienes a nombre de personas o fundaciones concretísimas. Esa particularidad hace que se pueda decir ya de otro modo: algunas partes de la Iglesia institucional tienen posesiones y riquezas. Otras, no.
Y, si hablamos de gente y no de fundaciones e instituciones, otro tanto: algunos tienen dinero. Otros, no.
5. ¿Puede la Iglesia como institución tener dinero? No sólo puede, sino que debe: sólo los ángeles no usan lo material para funcionar en un mundo material. Un techo tienen que tener los curas y obispos, digo yo. Llevado a cierto extremo, diría que para hacer el bien -para vivir, de hecho- hace falta dinero. Porque, y suena contradictorio, a la Iglesia se le exige que haga algo, que actúe, pero que no tenga dinero... ¿Cómo se come eso? Hace falta tener. Al menos hoy día. Lo que no debería tener es más dinero del necesario. ¿Necesario para qué? Para comer, para vestirse y para hacer cosas buenas, que se hacen (Las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta son un ejemplo total de pobreza... pero religiosa) ¿Qué son cosas buenas? Son celebrar misas y confesar, en primer lugar. Y eso, aunque haya quien no entienda su necesidad: la Iglesia no es una ONG. Por cierto: si los hombres regalan oro a quienes aman, ¿no tiene su lógica que los cálices y demás útiles para celebrar ceremonias de alabanza a Dios sean de oro? El propio Francisco de Asís, que iba con lo puesto a todas partes, exigía que los cálices fueran de oro, porque para Dios, todo le parecía poco. Para mí, nada; para Dios, todo.
Pero volvamos. Son cosas buenas, además, otras cosas como alimentar al que no tiene comida, etc. Cáritas and company. Es muy fácil, por cierto, decir qué tiene que hacer Cáritas y qué no. Pero existe desde hace años, y es gratis, y funciona.No deja de ser lógico que los pedigüeños vayan a las puertas de las iglesias, y no a las de los partidos políticos o a UGT o CCOO.
5. Un problemilla de fondo: ¿puede un católico tener mucho dinero? Porque parece que no, porque la Iglesia tiene que ser pobre. Pero tiene que ser pobre como hemos dicho en el n.3. Yo puedo tener -yo, en concreto, por ahora, no, jeje...- mucho dinero. Sí. Pero si soy pobre (virtud) seré magnánimo, y cubriré mis necesidades y las de los míos, y tendré para mí y los míos un lógico y natural porvenir holgado. Pero, si tengo dinero a espuertas, pensaré en los demás: en quienes no tienen la suerte que yo tengo. Y esa magnanímidad solo será posible si estoy desapegado en ese sentido concreto de mis bienes: mis bienes no son yo. Como ha dicho siempre el cristianismo: "uno es el administrador de sus bienes, y no su posesor absoluto". Ojo con el "absoluto", que nos cura del comunismo rancio. Es justo que quien trabaja bien, cobre bien. Lo que no es justo es que haya quien no cobre.
6. Otro problemilla de fondo: ¿puede un cardenal tener mucho dinero? Lo mismo que los demás, pero con la diferencia de que tendría que ser visiblemente más ejemplar, por su cargo: porque los ojos de todos van a él. ¿Podrían los cardenales vestir de otro modo y no llevar cruces de oro y demás? Podrían, lo mismo que todos los que llevan cosas de oro. De todos modos, creo que gasta más en ropa (y en general: que gasta más) cualqueir representante de más de 15 personas que un cardenal. Quizás no. Bien, revísese. Pero todo y todos.
7. Brevemente: la Iglesia (el catolicismo) predica la pobreza, cierto. Y predica, también, muchas otras cosas. Y la predica porque es buena. Y lo hace de muchos modos, porque es una virtud personal. Y a cada estado, conviene su modo. Todos hemos de ser fuertes, pero cada uno a su manera.
8. "Que no prediquen A y hagan B". Bien. Porque eso es ser hipócrita. Está bien que el sentir popular exija coherencia a los líderes. Ahora bien, ¿es bueno predicar la pobreza como virtud? Sí, lo haga quien lo haga. ¿Qué hace usted, caballero? ¿O es que le molesta que se predique la pobreza? ¿O es que lo que le molesta es que lo haga la Iglesia, sin motivo alguno?
9. "Que la Iglesia venda sus propiedades". Matizable.
a. ¿Las vendemos todas? ¿A quién se las vendemos? ¿Quién las tasa? ¿Puede alguien comprarlas? Si tiene tanto dinero, ¿por qué no ayuda él también?
b. Muchas de las llamadas propiedades de la iglesia no son tales: son patrimonio de la humanidad. Los museos vaticanos no pueden venderse: no son suyos.
c. Bien. Se venden. ¿Y ahora qué? "Se da el dinero a los pobres". Bien. ¿Y ahora qué.? ¿Ha acabado eso con la pobreza? ¿Es mejor dar de comer pez, o enseñar a pescar? ¿Van a venderse todos los museos de todos los países? "No hay por qué: ellos no predican". ¿Es malo predicar? "No, sólo predicar y no hacer". Bien, ¿y por qué hay que hacerlo a tu manera, siendo cierto que hay otras, y no van mal?
d. "La Iglesia hace ostentación de sus bienes". Discrepo. Quiźas algo haya de lo dicho en el punto 6. Que se cambie. Pero el salto a la totalidad no es legítimo, o razonable.
10. ¿Qué ha de hacer un católico para ser pobre? Pregunta de respuesta necesariamente genérica. Pero ahí va una posible, que cada cual debería concretar: examinar su uso de los bienes que tiene, y de cómo son sus gastos, su desprendimiento y su generosidad magnánima con las necesidades de los demás.
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