Ayer por la noche pude ver, por fin, "The Artist", esa película que lo había ganado todo. Según las malas lenguas, el hecho de haber triunfado en galardones no es hoy día garantía de nada. Quizás. Pero, en este caso, yo diría que no. Esta película es una maravilla. Además de un alarde de conocimiento del cine clásico. Dejemos para otros lo técnico.
A mitad de película, el productor de películas (John Goodman lo encarna a la perfección), esculpe con palabras:
"El público quiere carne fresca y el público nunca se equivoca"
Ahí está. Una gran parte de la mentalidad occidental plasmada en una frase. Dicho de otro modo: la justificación de la crap-television, como dicen en inglés, según aprendí hace poco: la telebasura (mierda televisión, para ser exactos). Incluso de otra manera: el olvido de la calidad en favor de la cantidad... de dinero ganado.
La cabra tira al monte: la carne tira.
Pero... pero esta película es una de las muestras más claras que he visto últimamente de que no, de que la calidad está por encima. En blanco y negro, muda... ¡en 2011! Una maravilla.
A quien no la haya visto aún (espero no ser el último, aunque supongo que al límite...), se la recomiendo.
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