Al Dios desconocido

Ya hace casi 2000 años. Y seguimos igual.
La gente busca a Dios. Lo ha buscado siempre. También los que han pasado (y algún día sabremos si lo fueron de verdad) por ateos recalcitrantes, a lo Nietzsche, que puso entre sus versos algún gemido teológico. O el mismo Unamuno.
Lo digo por dos cosas.

Primera, porque ayer vi un librito de Antony Flew (leed aquí un resumen de quién es y qué ha hecho).
Lo que digo es que desde "God and Philosophy" (1966) hasta "There is a God. How the world's most
notorious atheist changes his mind", de (2007), van unos años de darle a la cabeza: 41, en concreto.

Y segundo, por un texto impresionante del Nuevo Testamento. De los "Hechos de los apóstoles" esa narración de las batallitas e historietas de los primeros cristianos. Dicen en su capítulo 17, 15-16. 22-34; y en el capítulo 18, 1:

"En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes. Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido". Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya." Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos». Al oír «resurrección de muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te oiremos hablar en otra ocasión.» Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto."

Impacta el argumento. Impacta la inteligencia del espíritu humano que tiene San Pablo, y la de los griegos, que ponen un altar al Dios desconocido. Y la reacción de los que le oyen, bien diversa... y razonable.

Dentro de las búsquedas humanas, esta es la más importante: los dos hechos citados lo demuestran.

Dos puntillas, para acabar: 
Primera. San Pablo contaba con el hecho más sorprendente del mundo: Dios pasó a buscar a quienes le buscaban, saliendo a su encuentro. En eso consiste una religión revelada.
Segunda. San Agustín, para acabar: "nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti".

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