Escribir sobre tonterías

He recibido un comentario sobre una entrada de este blog: la de ayer. Dice algo así como: "No escribas sobre tonterías, que quedas mal. Si no sabes qué escribir, no lo hagas". Me he reído un rato. Y, por seguir el juego un poquillo, ahí van otras tonterías y una defensa de la tontería.

1. Esta parrafada tremenda de Crimen y castigo, que Dostoievsky pone en boca de Razumijin:

"Desbarrando se puede llegar hasta la verdad. Porque desbarro, soy ser humano. A ninguna verdad se ha llegado nunca sin haber errado antes catorce veces, o quizá ciento catorce, y eso  es un honor hasta cierto punto. Pero el caso es que nosotros ni siquiera somos capaces de desbarrar por nuestra cuenta. Dime sandeces, pero que sean de tu propia cosecha, y soy capaz de darte un beso. Desbarrar por cuenta propia es casi preferible a desbarrar por cuenta ajena: en el primer caso eres un ser humano, mientras que en el otro sólo eres un pajarraco. La verdad no desaparece; pero a la vida sí se la puede emparedar."

Amén.

2. Tontería es, como la RAE indica, lo que hace o dice un tonto. O las cosas de poca importancia. Bien, tal vez lo de ayer sí pareciera tener poca importancia. No me parece así. Sólo es, eso sí, un pelo... del que hay que estirar hasta sacar el cuerpo entero. El consumismo irracional causa muchos males. Y más cuanto mejor está disimulado. 

3. Las mejores ideas entran, como explica Aristóteles en su Poética, en platos sutiles, no en lomos de trescientas páginas, cargadas de razonamientos pesados (aunque muy interesantes y must-read, que dicen ahora).

Pues eso: ¡viva la libertad lecto-escritora!

PD: Con una sonrisa, ¿eh? Si no, no habría publicado el comentario...