Querer y poder

"Querer es poder. Y punto".

Pues, hombre, "y punto"... no.
Querer no es poder, pero, en algunos asuntos, sí es el primer paso para poder. Mejor dicho, para saber si uno va a poder.
Quizás es la superación del que muchas veces es el primer obstáculo: uno mismo o sus miedos. 
Eso importa. Y mucho. Si uno no quiere algo, lo demás no son dificultades, sino excusas, hasta que uno quiera y pueda saber si no son en verdad pegas irremediables.
Por el contrario, si uno lo quiere, ¡que venga lo que venga, que intentaremos sobreponernos! Lo dijo, parafraseando a Nietzsche, Viktor Frankl, ese psiquiatra que estuvo en campos de concentración, motivo por el cual la frase en su boca tiene más peso, por haber sido comprobada: 
"Quien tiene un porqué, resolverá cualquier cómo"
Quien tiene un "quiero", luchará por que pase a "puedo".
Y si al final uno quiere y no puede (la realidad es lo más tozudo que existe), pues bendito sea Dios. Pero me atrevería a añadir que dentro de un querer sensato están los límites de uno mismo y de la realidad.
En ese sentido, querer y poder se acercan mucho más. Mira al de la foto, si no.
Y así, vuelve al inicio del post.

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