"En muchas cosas hay botones de reset, menos en la vida". Frasecilla que leí a un chavalote de 13 años.
No sé si es suya.
No creo que sea una verdad absoluta.
Pero entiendo que conlleva cosas intersantes: que el chico tiene cerebro y que ve que en la vida no en todo hay marcha atrás. Entre otras.
Diría dos cosillas.
Es éste uno de los males de nuestra época, la era de los botones. ¿Luz? ¿Subir ventana? Botón. ¿Encender coche? Botón. Todo útill y rápido y fácil. Menos para el que lo inventó. Y menos para algunas de las cosas que son más importantes. ¿Se muere mi madre? ¿Botón? No.
Entiendo, además, que en mucha otras cosas sí hay marcha atrás. Y en cosas también ciertamente importantes. Uno puede volver a empezar. A veces, la vida te da golpes y aparece el dolor. Eso que C.S. Lewis llamaba "el altavoz de Dios", para nosotros, sordos de remate. Y uno varía su modo de pensar, y de actuar: su vida.
Conclusión (una entre las otas posibles): ojo con la educación centrada en los botones.
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