No recuerdo de dónde saqué esta frasecilla. Supongo que pensé en tomar nota y no añadí a su autor. Tampoco es nada del otro mundo, pero es resultona: esconde un concepto interesante.
"Si el mármol se quisiera librar de los golpes de martillo y de cincel, no saldría nunca la estatua".
Y me han venido a la mente varias cosas, diversas, sin duda.
Una: Miguel Ángel, el artistazo de la Sixtina, entre otras cosas... Era él quien afirmaba que él se dedicaba a liberar a las esculturas que estaban dentro de la piedra, como en una cárcel.
Y dos: Michael Jordan. Sí, el mismo. Porque el otro día vi otra vez un documental sobre su trayectoria deportivo-vital. Y volví a alucinar. Un gran personaje. Un superarse día a día que no deja indiferente. Victorias logradas a base de derrotas... superadas. Y reveses de la vida: la muerte de su padre. Y sinsabores. Y 6 anillos con más edad que nadie. Y más soltura que nadie.
¿Conclusión? Lo que no mata, engorda. Todo problema puede transformarse en reto y en trampolín para crecer y llegar más arriba.
Hala, a no evitar los golpes. A digerirlos. Y dirigirlos.
Comentarios