Dice Descartes, en la cuarta parte de su archiconocido Discurso del Método: ''Así, puesto que los sentidos nos engañan a veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal como ellos nos la hacen imaginar". Bonita exageración voluntaria que ya corrigieron algunos filósofos al buen matemático que fue Descartes.
Contra la cual tengo, además, una bonita fotografía (es un decir: es más bien mala) que ilustra lo sencillo que es corregir el "engaño" de los sentidos.
En el cristal se lee: "los objetos del espejo aparecen más pequeños de lo que son".
Así de fácil, amigo Descartes.
Las leyes de la reflexión y refracción ya se descubrieron. Porque el proceso mental lógico no es el suyo (ficticio y forzado), sino el siguiente:
a. las cosas son como son (el tenedor es duro y recto, y el agua, incapaz de doblarlo)
b. parece que las cosas son como no son (cuando meto un tenedor en el agua, lo veo doblado)
c. pero no: son como son.
c. lógicamente, por tanto, el agua debe de tener alguna propiedad que hace que vea doblado lo que en realidad está rígido y recto.
Eso. Y no deducir que lo sentidos nos engañan y, por tanto, etcétera, etcétera...
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