Leer para ver (o para no ver)

Me envía un amigo esta foto, que es una imagen fabulosa de uno de los frutos de la lectura, ya comentados por estos parajes digitales.

Los libros (las ideas que los hombres transmiten con palabras, y el cómo las transmiten) dan luz que ilumina a las otras cosas. 

Lo que echo en falta es el reverso tenebroso. Y nunca mejor dicho: algunos libros traen consigo oscuridad, y tiene en el lector el mismo efecto que la luz.

Casualmente, lo mismo que se lee en el evangelio:

La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!

A otra cosa, mariposa


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