La selectividad siempre es noticia. Por lo visto, ha sorprendido la dificultad del examen de matemáticas. Se habrán querido curar en salud: el año pasado se decía lo contrario.
Pero -y ya se me perdonará la falta de empatía con los bachilleres preuniversitarios que sufren nervios y jaquecas- me quedo con esta foto. Estaba en el diario. El pie de foto explicaba algo sobre la selectividad. Por lo visto, los chicotes estaban atendiendo a una aclaración del profesor, o similar. Querría comentar algunas cosas (dos, por lo menos) a raíz de la instantánea:
1. A modo de broma digo esto primero: el bostezo del amigo de polo verde es antológico, como la cara de horror de la chica de la esquina superior derecha: la de pelo largo. Esto último no se ve muy bien.
2. Me ha llamado la atención -y es lo que busca- la camiseta del amigo: "Nothing is wrong if it feels good". Quizás no la sepa traducir, pero me parece, además de provocativa y simple (y fea), contradictoria. Me parece. Nada está mal si se siente bien, si uno lo siente bien, si uno siente que está bien. Así, a primera vista, suena muy bien: no coarta mi libertad. O no lo parece. "Yo no siento que esté mal, así que no está mal". Como mínimo, habría que conceder que suena bien, pero, también, que une dos conceptos diferentes: ser y sentir. Es, hay que reconocerlo, una bonita expresión del relativismo emotivista en la ética. Traducido: todo es relativo... a mis sentimientos. A saber: "hoy está bien porque así lo siento. Mañana, tal vez sienta otra cosa". Bueno, eso trae varios problemas, además del ya dicho: lo voluble de los sentimientos. Porque se ha colado un pequeño gol (ya que de Mundial estamos, valga el símil futbolístico). Porque en la camiseta dice "Nothing": "nada". O sea, que "nunca", que eso es "nada" en el tiempo. Eso ya es poco relativista, porque no depende de nada. Ni siquiera de si lo siento bien, como decía al principio.
Una vez uno quiere defender que es relativista usando un término tan poco relativista, está perdido. Tarde o temprano sale la trampa a la luz. Como aquí: por querer hacer lo que siento, acabo no pudiendo.
Al final, habría que decir algo así (de estúpido) como: "Algunas cosas están mal a pesar de que estén bien, porque no todas son malas, pero tampoco buenas, porque depende, así que tampoco te partas la cabeza, que no compensa. Pasan y punto. Están como están. O no, que esto tampoco se puede decir: es no relativista. Pues mira: a veces tal vez pasen, o no. Y ya está. O no". Y así hasta el infinito.
Pero eso no cabe en una camiseta. Ni en una cabeza cuerda.
-Pero, hombre, no te pongas así.
-Ya. Es que quizás el hombre que lleva la camisa se cree lo que dice en ella...
-Quizás.
-Pues eso.
-Pero, hombre, no te pongas así.
-Ya. Es que quizás el hombre que lleva la camisa se cree lo que dice en ella...
-Quizás.
-Pues eso.
(Va, a ver el mundial)
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