A la madre más guapa (la mía, claro): superhéroe con todas las letras

Entre ayer y hoy he podido leer, como mínimo, tres cosas de interés.

La primera, una entrevista a Zoe Saldana, esta actriz norteamericana nacida en 1978. 
La segunda, un artículo breve de Llucia Ramis, periodista nacida en 1977, titulado "A la madre más guapa".
La tercera será la guinda del pastel.

Copio un trozo de cada persona y a ver quién adivina cuál es de quién:

El primero: 
"Una de mis mejores amigas insiste: "Hemos experimentado todo lo que mola de este mundo, todo aseguran que ser madres es apasionante, ¿nos lo vamos a perder?". Mi teoría es que lo hacen porque en realidad es un peñazo y quieren que te fastidies como les ocurrió a ellas".

El segundo: 
"La familia es esencial para mí. Soy quien soy gracias a mi familia y ahora yo he creado la mía. Estoy muy contenta de haberme casado y con el hombre que elegí. Nos casamos con el propósito de que sea algo de por vida."

Pues mira, resulta que el primero es de la que actriz que quería ser superhéroe. Y que ya va camino de ello: casada hace dos años, ya tiene dos hijos. Y, por lo que dice en sus entrevista -algo que aquí queda retrógrado-, quiere que la cosa vaya para largo: para toda la vida. Bravo. Las madres son heroínas.

Mejor no juzgar a nadie. Pero sí me gustaría decir solamente que si uno se casa porque mola, mala cosa. Eso es una actitud. Opino. Así de sencillo. 

Y la tercera, una frase para pensar:
"Algunas veces se habla del amor como si fuera un impulso hacia la propia satisfacción, o un mero recurso para completar egoístamente la propia personalidad. Y no es así: amor verdadero es salir de sí mismo, entregarse. El amor trae consigo la alegría, pero es una alegría que tiene sus raíces en forma de cruz."
Es de San Josemaría Escrivá, y está extraída de una homilía sobre San José, ese padre.

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