¿Interstellar, Fahrenheit 451 y El Quijote...?

¿Qué tienen que ver los tres títulos que encabezan el post? 
Podrían decirse muchas cosas. Cabría proponer, para empezar, que son tres obras maestras, cada cual a su modo.

Una idea secundaria de la película (tanto, que me ha costado un rato encontrar una foto... y he dejado de hacerlo) es la importancia de la educación de los chicos. Y llama la atención -y aquí va la idea del post- el valor absoluto que tienen los libros y su contenido. Yendo más a fondo: la transmisión de la verdad y su importancia. 

Por pasos. 
El protagonista es un científico-piloto de la NASA que, por razones ajenas a su voluntad, ha acabado siendo agricultor. Y eso mismo se espera de sus hijos. Vista la situación del planeta, ya no interesa irse a descubrir otros mundos, sino hacer este habitable. Esta es la finalidad de la educación en la película, y todos los esfuerzos serán pocos para conseguirlo. Si conviene, por ejemplo, escribir nuevos libros de texto para meter en la cabeza de los alumnos que lo importante es este planeta y, por eso mismo, hay que enseñar que el hombre jamás ha ido a la luna, se hará. El padre descubre eso y monta en cólera. La hija está a punto de ser expulsada del colegio por sostener teorías (la verdad) diferentes a las que corresponde según lo establecido por lo políticamente correcto. 

Lo mismo ocurre en Fahrenheit 451, novela (de la cual se hizo una gran película) de Ray Bradbury en que la principal función de los policías es quemar todo libro, no sea que los hombres piensen y dejen de comprar y consumir. 

¿Y qué decir del Quijote, en que se llega a la misma conclusión: quememos estos libros, que han hecho enloquecer a Alonso Quijano? Se entiende, me parece, que es una actuación drástica pero correcta en este caso. 

Una breve reflexión quizás nos sirva para lanzar preguntas y hasta para responder a alguna.

Por lo visto, la palabra "lego" significa en griego "hablo" y en latín "leo". Si se unen cabos, se verá fácilmente que la leer un texto no es más que escuchar lo que su autor tiene que decirnos. 
De ahí la importancia de los libros de texto.
De ahí que, dicho en positivo, sea crucial que los libros de texto sean veraces y documentados.
De ahí, dicho en negativo, que todo dictador haya querido usar ese método para intentar meter "su verdad" en las mentes de las gentes. Véase Interstellar. Véase Goering y la propaganda nazi, etc.
De ahí, finalmente, que sea más que importante que padres y educadores tengan presente "con quién hablan" sus hijos y alumnos: qué leen. Y lo mismo, pero en menor grado -opino-, ocurre con una película: es un diálogo. 
De ahí que, en este mundo, haya siempre habido dos modos de enfrentarse al problema de las conversaciones (libros, películas, etc.) no queridas por el motivo que sea: la censura o la explicación paulatina hasta llegar a la madurez de la elección. 

Sin duda, los padres tienen que juzgar en qué punto sus hijos tienen ya criterio para saber con quién hablan, pero no hay que temer a usar las "puertas" para los libros. Se usan para lo mismo que para los ladrones: "este libro, como esta persona, no entra en casa". Con motivos, lógicamente. Y con motivos que uno sabrá explicar al chico cuando esté en condiciones de entenderlos. 

Hala, a tirar del hilo.

PD: En lo que a lecturas y censura se refiere, recomiendo este artículo, que suelo usar en el colegio.

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