Hace dos días vi "Logan". Ya había visto alguna de la saga: "Lobezno" y "X-Men". O algo así. Esta es la última película. Si digo que me recordó a "Creed", la última de Rocky, alguno quizás se ría. Pero así es. Se parecen porque se trata de (¡spoiler!) narrar los últimos días de un héroe, sea como sea.
No recuerdo muy bien cuando, pero fue hace ya unos añazos. Mi profesor de música en el colegio nos explicó que es bastante habitual en la gente que, con la edad (cercana o no la muerte), los temas de fondo pasen a primer plano.
En fin, como la foto explica de maravilla, "Logan" es una película sobre la vida en sentido algo amplio: paternidad, familia y muerte.
Quisiera comentar dos aspectos, a través de dos frasecillas que se las traen.
En esta entrega de la serie, Logan conoce a su hija, Laura. Una hija in vitro, de madre desconocida, y con sus mismos poderes: una asesina potencial con cuchillas en las manos y pies. Por supuesto, un tipo duro como Logan no va a reconocer fácilmente que sea su hija. Es impactante la frase que la cuidadora de la hija -una enfermera buena- le dice a Logan:
Yo no soy su madre, pero la quiero. Tú, puede que no la quieras, pero eres su padre.
Estructura casi poética, la que se usa. Y muy cierta. Eso lleva a pensar en la diferencia entre "dar la vida a alguien" y "dar la vida por alguien". La paternidad, que comienza tantas veces con lo primero, debe estar más bien en lo segundo: entregarse, gastarse. La paternidad espiritual o no biológica (la adopción) entra de lleno en este plano.
Y la segunda. En un momento dado, el papá de Logan, nonagenario enfermo aunque poseedor de increíbles poderes mentales, le dice a su hijo una frase central. Ha pasado, por fin, una noche tumbado en una cama, a la que ha llegado en brazos de su hijo, que le ha arropado con cierto cariño. A la mañana siguiente, después de un sueño más que reparador, el abuelo comenta, conmovido, que es, sin duda, la noche que mejor ha dormido en su vida. Y luego, para rematar, el broche (¡el papel de los abuelos en casa: esa sabia prudencia!):
Así es como debería ser la vida. Con un hogar con gente que te quiera. Deberías parar un poco y vivir. Todavía estás a tiempo.Toda una declaración de intenciones: qué es la conciliación, qué es ser hombre, qué importa más que el trabajo: qué es lo importante en la vida. Parar y vivir.
Por supuesto, le falta a la frase el "con gente a la que querer", y no solo "que te quiera". Pero no se le puede pedir mucho más a una película de superhéroes.
Ni que decir tiene que Logan acepta el consejo. Basta con ver cómo muere.
Qué bueno es el cartel de la película: el amor que cura. Como en "Crimen y castigo", como en todas las grandes obras: como en la vida misma.
Bravo.
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