¿"Héroes" o "Us Again"? Buscando la juventud duradera (la que da el amor)

Cosas que tiene la vida: de repente ves una película que ni fu ni fa, o así lo crees. Y, al poco, ves otra y te recuerda a la primera, y ves un vínculo entre ellas. 

Pues bien, primero vi "Raya", la nueva de Disney, que no me gustó demasiado. Sí: tiene su mensaje positivo sobre la confianza en los demás. Obviamente no está mal hecha, pero me pareció que no daba la talla. 

Pero un día más tarde vi el corto que habían estrenado con la película. El corto se llama "Us again". Y eso sí me gustó. Me encantó. Me pareció -además de lo técnica y musicalmente impecable y de contener un buen homenaje a películas clásicas, y no tan clásicas- portadora de una idea muy bonita gracias a una poderosa metáfora: la lluvia como imagen del tiempo.  El carpe diem ampliado. "Eh", parece decir la película, "que el día no se acaba con la juventud, que todavía puedes divertirte con la edad que tienes, que ser joven no lo es todo". Paremos por ahora. 

Unos días más tarde, vimos una película de 2010: "Héroes", una tragicomedia. El subtítulo de la película es "¿Recuerdas el mejor verano de tu vida?". Simpática. Y con un mensaje que sigue siendo actual: el recuerdo nostálgico de la juventud que siempre fue mejor. Un flasback en que uno sí era feliz. Y la posibilidad de serlo para siempre. La música final es clarificadora: "I want to be forever young". 

¿Qué tienen en común las dos? Que hablan del paso del tiempo. ¿En qué se diferencian? En que, me parece, la de Disney da una vuelta de tuerca más. Y es menos sentimentalista, y sí más  sentimental de modo realista y, por eso educadora. Quizás haya ido muy lejos con estas palabras. Veamos. 

Una de los dos protagonistas de "Us again" (y cuidado con las explicaciones que doy si uno no ha visto el corto) está tristota porque su marido parece haber perdido las ganas de vivir-bailar como antes. Metáfora del baile como la vida. Al poco, se pone a llover, y la lluvia, que parece mala, les transforma a ambos -marido y mujer- y les lleva a bailar y, con ellos, a rejuvenecer. Sin embargo, y aquí entra la segunda metáfora, solo son jóvenes mientras bailan bajo la lluvia. El marido, consciente de pronto de este hecho, se separa de la mujer para seguir bailando a toda costa: la eterna juventud del baile sin metáfora. ¿El baile sin metáfora? La juventud entendida como baile, y no como amor que te lleva a bailar. ¡Qué gran diferencia! Al final, el hombre se da cuenta de que el tiempo -la lluvia- pasa, y ya no es quien era en lo físicio. Solo le queda su mujer, anciana como él. Y ahí descubre que la juventud no era lo que creía ser: no era la prestancia física, sino la movilidad y alegría (de movilidad y agilidad viene "alegría" en latín) que da el amor. La entrega al otro, el salir de uno mismo, el no mirarse el ombligo y pensar en el otro. Y vuelve el baile, porque no estuvo la felicidad y juventud en el cuerpo, sino en el espíritu, que hace rejuvenecer en parte al cuerpo. 

En cuanto a "Héroes", me pareció que es una película sentimentalista: busca emocionar. No me parece que el mensaje sea del todo educativo. La adolescencia tiene sus límites. Pero los personajes no son capaces de reconocer que el compromiso y la seriedad de la vida no son sinónimos de tristeza. Que uno puede hacerse responsable y mayor, y divertirse y estar contento. Que a Peter Pan hay que matarlo cuanto toca. Que la vida es más que una colección de momentos mágicos, como dice la protagonista, ya cuarentona. Que juventud y madurez son dos etapas que pueden ser igual de felices, con contenido.  Y que no hace falta ser por siempre joven como sinónimo de despreocupado, sino joven como preocupado por las personas a las que uno ama. La plenitud y la diversión como cosas diferentes, otra vez. El adulto egoísta es infeliz por ser egoísta, y no por ser adulto. Es más, quizás el egoísmo sea signo y causa de adolescencia perpetua. Que el hombre está hecho para amar, y no para trabajar. Y, por eso, para amar el trabajo, si es para amar a los demás con el trabajo. Y no amarse en el trabajo.  

No es el paso del tiempo el que agría el carácter y estropea las relaciones. Es la falta de amor, a la que se lleva si no se cultiva en lo pequeño. El amor hay que trabajárselo. Porque rejuvenece y mantiene jóvenes a los amantes. Y no es en su cuerpo donde lo notan, sino en los achaques del mismo. Los ojos brillantes de quien ama soportan cualquier edad.


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